El Circo Flaminio se construyó en el año 221 aC. por Cayo
Flaminio Nepote (constructor de la Via Flaminia, cónsul en varias ocasiones y
censor), al sur del Campo de Marte.
Este circo tenía una gran importancia en la vida pública de la ciudad de Roma, a
pesar de no ser tan grande como el circo Máximo. En él se celebraban los
consejos de plebeyos y era el punto de partida de los cortejos triunfales. Los
juegos de plebeyos ( a partir del 216 aC), insaturados también por Cayo Flaminio
Nepote, se celebraban en este edificio, al igual que los juegos seculares.
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Hacia el inicio del Imperio Romano, el Circo Flaminio perdió su papel de circo y
se convirtió en una plaza, y después en un mercado. Con motivo de la
consagración del Templo de Marte en el 2 a. C, se llenó parcialmente de agua
para que se desarrollase en él un espectáculo en el que 36 cocodrilos fueron
masacrados.
Durante el siglo II, toda una serie de edificios, pórticos y templos (Templo de
Neptuno, Teatro de Marcelo,…) fueron edificados a su alrededor. El Circo era el
elemento central del conjunto y determinará la orientación de toda esa zona
(paralela al Tiber). Su reputación es tal que le da nombre a la IX Región de la
división administrativa de Roma que hizo Augusto.
El Circo, caerá en la ruina durante el siglo IV y no queda casi nada de él
actualmente.
Esta sería la situación actual del circo.